lunes, 21 de mayo de 2012

LUNES: DIA DE LA ILUMINACIÓN- COMO LO HACEMOS??





ILUMINACIÓN

     ¿Cúal es tu punto de vista sobre el propósito del despertar de la Iluminación?

     La Iluminación es el propósito más grande que podemos conseguir, porque es darnos cuenta. 
Todo lo que hemos hecho, hablado y pensado negativamente del ser humano es producto de la ceguedad, ignorancia y falta de visión. 

Cuando uno comienza a abrir los ojos, a despertar, se inicia ese proceso de desenvolvimiento de la iluminación, que es darnos cuenta verdaderamente de lo somos, lo que decimos y lo que hacemos, es eliminar la dependencia a los conceptos, a las teorías, al Gurú, a las religiones, a todas estas cosas, que lo que han hecho es mediatizarnos la mente, obstruirnos la libertad de pensamiento.

     Llegó el momento de empezar a volar con nuestras propias alas, no hacia un Universo ilusorio, sino a descubrir la verdad por sí mismos. Cuántas veces tomamos una materia desconocida en nuestras manos y sin ser científicos decimos lo que es, porque empezamos a tener un poco de Iluminación y libertad. Iluminarse es saber la verdad sin necesidad de que nadie nos la diga, es ver por sí mismo, es lo que llama el Maestro Djwal Kool, en los libros de Alice Bailey, llegar al plano intuicional que se le dice Búddhico. La palabra Buddha o Búddhico traducida al castellano tiene relación con Iluminación, es llegar al Nirvana.

     Cuando se llega a este estado de conciencia del Nirvana indudablemente desaparecen todas las tristezas, depresiones, angustias, rabias, odios, separaciones y malos entendidos porque ya sabes la verdad y te superas rápidamente, y entraste en lo que los hindúes llaman "Ánanda" que es la Bienaventuranza Eterna.

     Ha habido muchos seres que han vivido en "Ánanda", como la Madre Teresa de Calcuta, que estaba con leprosos y no se contaminaba. 

Un día leí que se había caído la avioneta donde andaba y se salvó, salió caminando tranquila y nada le pasaba, tenía la protección que da la sabiduría. 
El Señor Gautama, Saint Germain en la Corte de Luis XV, el Maestro San Francisco de Asís tuvieron mucho de esa sabiduría, así han habido santos de todas las religiones que han llegado a la Iluminación, pero eso no es un don para los especiales y los escogidos, todos nosotros tenemos opción a llegar a esa Iluminación que es el estado de perfección en que podemos vivir todos los seres humanos.

     ¿Cómo podemos llegar a este estado de Iluminación? Porque parece que nacemos dormidos.

     Al estado de Iluminación nunca vamos a llegar, porque llegar denota una distancia a la cual hay que caminar y alcanzarla.

 La Iluminación no está en ningún sitio, por lo tanto no hay que caminar hacia ella, ni hay que buscarla, está dentro de nosotros mismos, entonces no hay que llegar a ella, lo que hay que hacer es desenvolverla porque está como envuelta dentro de nuestra ignorancia y lo que debemos es cultivar la Sabiduría.

     Les quiero recordar al Sabio Salomón, que tuvo la oportunidad de que Dios le diera algo y el meditó, pensó y dijo: "dame la sabiduría". 

Pensó que si pedía riquezas, solo tendría eso, si pedía salud, iba a tener solo salud, pero si pedía Sabiduría iba a tener las demás cosas.
Pidamos la Sabiduría, desenvolvamos la sabiduría y no seamos conformistas, con la ignorancia.

     Muchas veces le decimos a una persona, que tal palabra no se pronuncia de esta manera, que es de tal forma y nos reprochan, porque la gente es orgullosa y quiere defenderse dentro de su ignorancia. Vamos a cambiar eso, a empezar a amar la Sabiduría. Los antiguos Griegos, creían que la gente más evolucionada, y que quienes debían gobernar el país eran los filósofos y por eso les tenían el areópago para que se pasearan y disertaran.
Tenemos que volver a estas costumbres preciosas donde sean los sabios, los iluminados, los que ocupen los primeros puestos en la sociedad, para que manejen mejor nuestras economías, los gobiernos y nos insten desde pequeños a cultivar la sabiduría como el don más sagrado que puede tener el ser humano.

Del Libro Respuestas (pág. 101-103) - Autor: Rubén Cedeño
Editor: Alejandro González


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