EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA
Repetimos
como loros en el Padre Nuestro:
"El pan nuestro de cada día dánoslo
hoy", y al terminar de rezar, decimos:
"No tengo trabajo",
"no me alcanza el sueldo", "todo está muy caro",
"no
tengo un peso".
¿Y dónde se quedó esa afirmación del Padre Nuestro?
Una de
dos, o Jesús era un mentiroso y usó esa frase de adorno, que no nos sirve para
nada, o tú andas aplicando mal la oración.
Creo que de las dos opciones, la
última es la que te está sucediendo, ya que Jesús no dio ninguna enseñanza
falsa, y cuando expresamos: "El pan nuestro de cada día dánoslo
hoy", es para que ese "pan" lo tengamos a cada momento y sin
fallar jamás.
Cuando en la Biblia aparece la palabra
"pan", es sinónimo de suministro de "toda cosa buena" que
necesitamos en la vida, como puede ser la comida misma, ropa, transporte y
otras cosas indispensables para vivir decentemente, como por ejemplo la casa,
el trabajo, una cama, una silla, una cocina y tantas menudencias más.
Por lo
tanto, al afirmar: "El pan nuestro de cada día dánoslo hoy",
estamos decretando el suministro de todo lo que necesitamos para vivir
aceptablemente, como es lo normal en este siglo XXI. Pero si después de
afirmarlo lo desbaratas con la interminable lista de "no", afirmando
imposibilidades, pues vivirás como el resto de la gente que reza y reza, y
pareciera que sus oraciones no llegan a ninguna parte. Y no es que no se
manifieste lo pedido; es que Jesús dice:
"Como creíste te será
hecho". Creer en el uso positivo de la mente, los sentimientos y los
decretos, es todopoderoso.
En otro
momento, Jesús afirma: "Por tus palabras serás justificado y por tus
palabras serás condenado". Esta es una enseñanza clara y contundente
de Jesús, de que el decreto determina cómo hemos de vivir: bien o mal.
Para
aclarar más esta instrucción, Jesús enseña: "Lo que entra en la boca no
contamina al hombre, sino lo que sale de la boca, esto contamina al
hombre".
Eso que
sale de la boca son los decretos, que es lo que nos daña o, por el contrario,
nos hace felices en el vivir. Esto es lo que llamamos hoy en día, decretos,
afirmaciones o aplicaciones.
Veamos una
de las enseñanzas más bellas de Jesús, que además de ser poética nos ilustra
muchísimo sobre cómo llevar una vida próspera, teniendo "el pan nuestro de
cada día": "No os angustiéis por vuestra vida, qué habéis de comer
o qué habéis de beber, ni por vuestro cuerpo, que habéis de vestir. ¿No es la
vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?".
Cuando
Jesús manifiesta que no nos preocupemos por lo que vamos a comer, beber o
vestir, porque Dios lo provee, no quiere decir que te acuestes a dormir sin
salir a trabajar. ¡No! Es que Dios nunca te va a dejar sin alimento, ropa o
toda cosa que necesites para vivir cómodamente.
Jesús
continúa: "Mirad la aves del
cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo,
vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que
ellas?".
Así que ten
fe, que el Padre nunca te va a dejar sin tu sustento; te proveerá de casa,
ropa, transporte y todo lo que necesitas. Pero eso sí, no desbarates esta
dádiva haciendo afirmaciones negativas contrarias a lo que Jesús enseña.
Jesús
agrega: "Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni
hilan; pero os digo que ni aún Salomón con toda su gloria se vistió como uno de
ellos ...
...No os
angustiéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, qué beberemos, o qué
vestiremos?".
Fíjate que
Jesús da la clave de no ser negativo, al decirte que no te angusties por no
poseer las cosas.
"Vuestro
Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas ellas". Ya Dios
sabe todo lo que nos hace falta y lo tiene listo para enviárnoslo, pero si lo
negamos, no nos llega. Es como tener una pizzería al lado de tu casa y que
mientras estás muriendo de hambre, te pongas a decir: "esas pizzas no
sirven", "están mal cocidas", "no las compres"; aunque
sean riquísimas, te las estás perdiendo, y puedes desfallecer de hambre, que
esas pizzas para ti no serán alimento.
Jesús nos
aconseja pensar y buscar las cosas en el plano espiritual, primero que nada. El
Plano Espiritual está lleno de Amor Divino, Provisión, Buena Voluntad, Belleza,
Armonía, Soluciones, Salud; allí no existe la carencia, el engaño, la
enfermedad, los problemas, ni nada desagradable; por eso, uno siempre debe
buscar la referencia hacia el plano espiritual.
Jesús
recomienda: "Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y
todas estas cosas os serán añadidas".
Esto quiere
decir -a las claras- que hagamos al revés de cómo actúa el común denominador de
la gente, que primero busca su estabilidad física y económica, y luego se va a
la iglesia a orar, porque no nos conviene proceder así.
Ocúpate
primero de Dios: asiste ante todo a tus charlas espirituales, reuniones de
servicios, oraciones, y luego ocúpate de las cosas del mundo; esto es una
fórmula infalible que nunca te defraudará, ya que si tú tienes a Dios en el
primer lugar de tu vida, Dios también te tendrá a ti, en el primer lugar de la Suya.
Si primero
piensas en tu seguridad laboral, que no te vayan a botar del trabajo, en lo que
vas a comer o vestir, y de último en tus clases de espiritualidad, servicios y
demás asuntos referentes a Dios, verás cómo se derrumba todo tu mundo material,
tal cual vimos caer las Torres Gemelas de Nueva York.
Extraído del Libro PROVISÓN (pág 26-29) -
Autor: Rubén Cedeño - Edición Conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN &
EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA
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