DECRETOS DE SALUD
Los
Decretos de Salud son el uso del poder de la
palabra unido al pensamiento y al sentimiento, para producir Salud.
Fíjate que
nos pasamos todo el día diciendo cosas, sea con la palabra hablada o pensada, y
esos son DECRETOS que tarde o temprano se cumplen en nuestra vida.
Tú puedes
reestructurar tu vida a través del uso positivo de la palabra, sintiendo,
pensando y diciéndole a toda enfermedad:
"Yo no la quiero",
porque el "Yo quiero" y el "Yo no quiero" son
todopoderosos.
Con el
poder del decreto, respaldado por tu actitud mental y tus sentimientos, tú
puedes ordenar cómo quieres que sea tu vida. Comienza ya a ordenar tu mundo
haciendo decretos.
Si quieres Salud, puedes decir
"Yo decreto Salud".
Esta afirmación es para que la uses y tú mismo compruebes su efectividad.
La manera
de ir limpiando el subconsciente de enfermedades es la siguiente: Primeramente,
rechaza toda enfermedad, diciéndole concentradamente y con sentimiento:
"LE
QUITO PODER";
y afirma lo contrario:
"Yo Soy Salud".
Seguidamente, decreta Salud para calificar en Salud todas las imágenes del
subconsciente y del consciente.
A todas aquellas afirmaciones que no quieras
que se te cumplan, vas a decirles con determinación:
"YO NO LO
QUIERO"; porque tú tienes poder en el "Yo no quiero" para
rechazar lo negativo.
Con tu
mente comienza a programar y a atraer la Salud.
El Maestro Jesús nos enseña
esto, cuando en los Evangelios nos dice:
"Por tus palabras serás
condenado y por tus palabras serás justificado".
A la gripe, el
reumatismo, taquicardia, hipertensión, le vas a decir: "NO LO ACEPTO,
NO LO QUIERO, NI PARA MÍ NI PARA NADIE".
Uno no debe ser egoísta, y lo
bueno que uno desea para sí mismo, también lo debe desear para los demás.
De ahora en
adelante, vamos a comenzar a hablar de manera correcta.
Sólo vamos a hablar de
Salud.
Nunca más vas a afirmar: "me duele aquí o allá".
Vas a borrar
las palabras "dolor", "enfermedad" y
"sufrimiento" de subconsciente, y vas a comenzar a decir:
"Salud",
"Vida", "alegría", "bienestar" y "felicidad".
Hay que vivir una vida positiva a través
del pensamiento, el sentimiento y la palabra.
Si
entiendes y tienes claro que Dios es solamente el bien, que sólo desea el bien
para ti, y lo reclamas por medio del decreto y la "Oración
Científica", esto va a transformar tu vida.
El decreto
es una afirmación verbal o mental, sentida de tal forma que es capaz de
producir el efecto de lo dicho.
Por ejemplo, si decretas:
"YO SOY
SALUD, ESTOY CURADO",
de tanto afirmarlo comenzarás a sentir mejoría
en aquello que te aquejaba.
A la
aplicación de un decreto o afirmación se le dice "TRATAMIENTO". Para
cada problema, sea económico, de salud o sentimental, existen tratamientos
efectivísimos que se pueden realizar con el uso de la "Oración
Científica".
Esto es que
si hay enfermedad, tú puedes hacerle un tratamiento, decretando:
"Yo
Soy aquí y allí la Salud de Dios manifestándose",
y esto transforma la
situación de inmediato.
Si vas a
visitar a un enfermo, puedes hacerle un tratamiento y decretar:
"Yo Soy
la Salud de Dios sanando esta apariencia de enfermedad",
y traer a la
manifestación la salud, porque así lo estás calificando.
Todo dependerá del
grado de fe, intensidad y sentimiento que pongas al hacerlo.
Se le dice
"apariencia" a la enfermedad, porque la VERDAD es lo que Dios tiene
planeado para nosotros es salud.
Lo que hace el tratamiento es restituir en
nosotros la Voluntad Divina de Perfección.
Del Libro CÚRATE A TI MISMO (pág. 24-26) -
Autor: Rubén Cedeño.- Edición Conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN &
EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA
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