PASTILLITA DE FELICIDAD -DE RUBÉN CEDEÑO
Amado Corazón:
Tú no estás solo.
Jamás lo has estado y nunca lo estarás.
Dios está contigo en cada segundo de tu vida más cerca que tus propios
pensamientos.
Sólo es tu idea la que te hace creer que Dios te puede abandonar,
pero eso es imposible.
Déjame explicártelo: Dios está en el aire que estás respirando y te da la vida.
Si te pones la mano en el corazón, verás que ese latido de vida es Dios en tu
corazón. El sol que nos viene a alumbrar cada mañana es una bendición de Dios
para ti, para que vivas y seas feliz.
¡Tú no tienes por qué estar triste nunca!
El estado natural del hombre es la
alegría.
Lo que pasa es que vivimos quejándonos por todo lo malo en vez
de dar gracias por todo lo bueno que tenemos, y esto nos entristece.
Comienza
ya (¡!!) a dar gracias por el aire que respiras, por cada objeto de vestir o de
adorno que llevas en el cuerpo; por cada pedacito de comida que te llevas a la
boca, por cada canción que te sabes.
Cada vez que pienses en quejarte,
busca algo por lo cual dar gracias a Dios.
Acostúmbrate a decir "Gracias,
Padre" por todo. Verás cómo comienza a cambiar tu mundo.
Comienza a sonreírle a todo, ya que (no importa lo que la gente pueda decir) es mejor sonreír que estar mal encarado.
Sonríele al policía, al médico, al abogado; al barrendero, al
ascensorista, al cajero; a los que cocinan, al chofer, a la enfermera.
Sonríele al mundo y verás que el mundo te sonreirá de vuelta. El rencor y el
odio es la madre de la infelicidad.
Comienza a perdonar
ya !! a todo el mundo, no importa lo que te hayan hecho o dicho. Eso es
problema del que condena, el tuyo es el de perdonarlos. Diles: te doy mi
amor y perdón.
Si hablan mal de ti, si te critican o te condenan... eso no importa.
Si hablan mal de ti, si te critican o te condenan... eso no importa.
De los más
grandes seres se han dicho las peores cosas.
Piensa "Si eso es lo
que dicen, ¿dónde está lo que hacen?
Yo soy un ser que hago sólo me entiendo
con los que hacen, no con los que dicen.
Decir... pues, cualquiera
"dice": para hacer hay que saber, y yo soy un ser de acción".
Si has perdido algo, te han robado... o lo has perdido todo, eso tampoco importa.
Acuérdate que lo verdaderamente valioso y eterno en ti nadie te lo
puede quitar.
Me refiero a tu Ser y tu derecho soberano de sentir y de
pensar.
Lo maravilloso de cuando todo se pierde es que solamente nos
queda Dios.
Acostúmbrate a
bendecir en vez de maldecir o decir malas palabras, y verás que las cosas se
transforman.
Di constantemente "Dios te Bendice" a todas las cosas y
a todas las personas, no importa lo que sean, hagan o digan.
Cada vez que no sepas qué hacer y estés desesperado y no te acuerdes de nada, repite simplemente el nombre de Dios tantas veces te sea necesario... y... ¡verás milagros!
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