AL TENER REALIZADO EL “AMOR DIVINO” LO
TRANSMITIMOS A LOS DEMÁS
“Entiendo a la perfección lo que el
Amor Divino es.
Tengo la realización consciente del
Amor Divino.
El Amor de Dios arde en mí hacia toda
la humanidad.
Yo Soy una lámpara de Dios, irradiando
Amor Divino a todos aquellos con quienes me encuentre, a todos aquellos en
quienes piense”.
Al tener realizado el “Amor Divino”, de manera automática, por
radiación, se lo transmitimos a los que tocamos, pasan por nuestro lado, a la
gente que vemos en la calle, en el trabajo. Sin necesidad de hacer nada.
Todo lo que dices con el “Yo Soy” por delante, poniendo tu mente y
sentimiento, se cumple;
así que al afirmar, sintiendo y pensando:
“Yo Soy una lámpara de Dios,
irradiando Amor Divino”, en eso te conviertes.
Las lámparas iluminan en la oscuridad, y si esa lámpara es de amor, su
iluminación hace desaparecer el rechazo, la discriminación, la mala intención,
tan solo al encenderla, y se enciende con el decreto.
“Rayo Rosa”; Rubén Cedeño. –Edición conjunta: EDIT. MANIFESTACIÓN & EDIT.
SEÑORA PORTEÑA.
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