ESCOGENCIA
INTELIGENTE
Ya basta de
seguir para afuera, viendo sólo las cosas externas.
Centrémonos.
Pero para esto,
tenemos que ser inteligentes, vernos internamente, entrar al silencio y la paz
interior.
Salimos tantas veces para el cine, el automercado;
así como hacemos eso, detengámonos un instante solos, sin la pareja, sin el
familiar, a la orilla del mar, a la sombra del árbol, en el acantilado, pero
callados.
Tomamos tantos taxis para ir a tantas
partes; tomemos ahora la decisión de ir a encontrarnos con nosotros mismos y
sentémonos a la orilla del río a nada, a pensar en nosotros, lo que tenemos que
hacer, a poner en orden las ideas y clarificarnos.
Cada vez que te sientas apabullado por la
pareja, el jefe, los hijos, tómate tu tiempo.
Jesús se tomaba su tiempo, lo dice en las “Meditaciones Diarias”.
Antes de cada decisión, cada trabajo; si
cambiaste de trabajo y vas a laborar a otra parte, si te cambiaste de escuela
espiritual y te metiste en otra, si te separaste de una persona y te vas con alguien
más, piénsalo y di: “¿Me iré a arrepentir?”.
Y si piensas eso y no te gusta, no lo hagas.
Rubén Cedeño; “Rayo Dorado”. Edic. conj.: EDITORIAL
MANIFESTACIÓN & EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA.
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