CONOCIMIENTO Y
OBSERVACIÓN
Cuando uno
comienza a observar, a darse cuenta conscientemente de todo lo que uno es,
hace, piensa y siente;
de lo que hacen, piensan y sientes los demás;
de todo lo
que nos rodea;
empieza a suceder una transformación, a haber una profundidad en
las cosas, hay algo inexplicable;
se produce un despertar de la propia consciencia,
sobreviene una claridad, un saber de las cosas, un resurgir del amor, una
plenitud de amor compasivo;
es algo extraordinario.
Observándonos,
podemos llegar al conocimiento propio, y con este, lograr la Iluminación.
Rubén Cedeño; “Rayo Dorado”. Edic. conj.: EDITORIAL
MANIFESTACIÓN & EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA.
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