PIDAMOS PERDÓN A DIARIO
Cada vez que alguien en un problema, litigio o prueba, nos pida
perdón, démoslo;
y si después de perdonado nuevamente nos lo vuelve a pedir,
otra vez hay que volver a perdonar.
Pidamos perdón a diario por todo ya que a veces no nos damos cuenta cuando ofendemos.
Toda represión, persecución, calumnias, críticas perversas que genera
alguien contra nosotros con el afán de destruirnos, son para hacernos crecer en
paciencia, humildad, recogimiento, interioridad y “PERDÓN”.
“Te doy mi amor y mi perdón para
bendecirte y prosperarte”.
Rubén Cedeño; “CÓDIGOS DE LA
VIVENCIA ESPIRITUAL”. –Edición Conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN &
EDITORIAL SEÑORA INDEPENDENCIA.
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