TIEMPO
PARA MEDITAR
A
todo lo que sea honesto y bueno se le debería asignar su propia porción de
tiempo, ya sea trabajo, relajación, meditación y oración.
Que
el chela resuelva estos reclamos con toda justicia y equidad, y vele porque el
trabajo y la relajación no le quiten tiempo a la oración y a la meditación, ni
a uno ni a otro.
Cada
cual tiene obligaciones que honrar en su pasaje por esta vida terrena, por las
que tendrá que rendir cuentas.
De
manera que estos deberes tienen que ser ejecutados con exactitud; mientras
tanto, el chela debe velar que no resulte tan sobrecargado con las exigencias
del deber que no encuentre tiempo para la comunión con su Presencia “YO SOY”.
Ningún
tesoro se malgasta tan fácilmente como el tiempo.
De
la buena utilización del tiempo depende el crecimiento espiritual.
Santo
Aeolus; libro: “Espíritu Santo”.
Editorial
Manifestación & Editorial Señora Porteña.
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