REFLEXIONES
Aunque
el mundo del conocimiento científico ha dotado a la humanidad de poderosas
facultades para curar, edificar, cambiar y dirigir diferentes áreas de la vida,
el mayor de todos los dones aún viene sólo de las amorosas manos de Dios.
Ese
gran don ¡es la Vida!
En
el momento de mi nacimiento se me dio el aliento de vida, y por eso bendigo el
Gran Poder de Dios.
Con
el don de la vida puedo ser un canal a través del cual puedo compartir con los
que me rodean: la felicidad, fortaleza y esperanza que poseo.
De
esta manera, el don de la vida que Dios me ha dado forma un círculo completo de
bendiciones al iluminar los corazones de otros.
Aún
cuando haya momentos tenebrosos que parezcan arrojar oscuridad sobre mi mundo,
aún tengo el don de la vida.
Aparto
de mí las nubes de la incomprensión y veo que la vida es más que sólo respirar.
Es
estar gozosos, radiante y entusiasmadamente vivo, con todo el deleite recibido
del Padre.
HOY
DOY GRACIAS POR EL DON DE LA VIDA.
“DIOS
ME HA DADO UN ESPÍRITU ILUMINADO Y VICTORIOSO.
SOY
LIBRE Y DUEÑO DE MI MISMO, Y MI ALMA ESTÁ SATISFECHA”.
Rubén
Cedeño; libro: “Arcángel Miguel”.
Editorial
Manifestación; Ediciones Nobleza; Ediciones Merú & Editorial Señora
Porteña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario