DECRETOS
El "Decreto" es una afirmación verbal, que cuando está respaldada con el sentimiento y el pensamiento, produce el efecto de lo dicho.
Lo que creemos, sentimos y expresamos en palabras de las cosas, tarde o temprano se cumple.
El Maestro Jesús dice: "Por tus palabras serás condenado y por tus palabras serás justificado" Debido a esto, no decimos la palabra "problemas" para no crearlos, y los denominamos "situaciones”
A la aplicación de un decreto se le dice "TRATAMIENTO". Para cada situación existen tratamientos efectivísimos que se pueden realizar con el uso de la "Oración Científica". Nos pasamos el día decretando, con la palabra hablada o pensada. Si decretamos: "YO SOY SALUD", "YO TENGO DINERO", "YO SOY INTELIGENTE", "YO PUEDO", de tanto afirmarlo, sintiéndolo, comenzaremos a manifestarlo. Con el poder del decreto podemos ordenar cómo queremos que sea nuestra vida de ahora en adelante.
La afirmación y la negación mental son todopoderosas. Con la negación limpiamos la mente de programaciones negativas, y con la afirmación grabamos sólo cosas buenas y positivas en el subconsciente.
LE QUITO PODER
A toda programación, situación infernal, arquetipo y decreto negativo, vibración baja, digámosle firmemente y sintiéndolo: "LE QUITO PODER". También podemos afirmar: "NO LO QUIERO, NI PARA MÍ NI PARA NADIE. LO BORRO"
Digámoslo pausada y concientemente, sintiéndolo, con firmeza, como un edicto de la Corte que, sea como sea, se va a cumplir. Seguidamente, afirmemos lo positivo de la situación, para transformar en perfección las imágenes negativas del subconsciente y del consciente.
Aceptar algo negativo, no lo disuelve, y puede que su energía quede circulando y sea absorbida otra vez. Cuando decimos: "LE QUITO PODER", despotenciamos la negatividad.
Esta es la forma de limpiar nuestro subconsciente y reprogramarlo positivamente, grabando sólo cosas buenas y positivas.
Quitémosle poder a todo lo negativo y destructivo que no queramos, y lo veremos desaparecer de nuestro mundo. El "yo quiero" y el "yo no quiero" son todopoderosos cuando los decimos con convicción y fuerza mental.
El "yo quiero" se lo decimos a lo positivo y el "yo no quiero", a lo negativo.
AFIRMACIÓN
La afirmación es un decreto positivo, hecho con la mente y los sentimientos, para ordenar cómo queremos que sea nuestra vida. Si queremos PAZ, digamos: "Yo decreto PAZ". Si deseamos opulencia, digamos: "Yo decreto la sustancia ilimitada de dinero”
Uno no debe ser egoísta, y lo bueno que desea para sí mismo, también lo debe decretar para los demás. Uno puede afirmar: "Yo con Dios soy la mayoría"
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