sábado, 5 de noviembre de 2011

LEY DE CAUSA Y EFECTO VII


Completando el tema sobre LAS OCHO CAUSAS DE LA
FELICIDAD…
MEDITACIÓN
La MEDITACIÓN es avivar la conciencia, observar profundamente, estar alerta, descubrir, percibir la VERDAD y darnos cuenta de cada cosa, despertarnos.
Leamos la "Enseñanza Espiri­tual" en meditación, con conciencia, sintiendo, vivenciando como una realidad, deleitándonos. Eso es Meditación. Meditemos sobre lo que tengamos que hacer y queramos desarrollar.
Antes de tomar una decisión, dar un paso importante o hablar, MEDITEMOS, no nos precipitemos, para que no vayamos contra ninguno de los "Sie­te Principios" o los "Siete Aspectos de Dios", y no le hagamos mal a nadie.
La MEDITACIÓN no es estar sentado siguiendo las indica­ciones de un gurú, un curso o libro. La Meditación sobre­viene sola, y cuando está su­cediendo, no nos damos cuenta; a veces nos sorpren­de manejando, en la cola de autos; contemplando por la ventanilla del bus, del tren o del avión; sentados en el me­tro; fregando los platos o ba­rriendo.

COMPRENSIÓN
  Comprender es tomar conciencia de cualquier asunto, lo que nos rodea, las personas, situaciones, problemas, circunstancias, de nosotros mismos, las programaciones, los arquetipos, los Siete Principios Universales, los Siete Aspectos de Dios y el Cristo, los reinos de la naturaleza: mineral, animal, vegetal, humano y espiritual; además de los planos de manifestación de la conciencia física, emocional, mental y espiritual que habita dentro, alrededor de no­sotros y del mundo. Todo esto es la síntesis de la comprensión máxima en la vida.  Así llegamos a la solución de los problemas y a la eliminación del sufrimiento.
   Lo que sea necesario para conseguir la Comprensión debe hacerse, como puede ser: estudiar, meditar, reflexionar, preguntar o indagar, ya que sin ''Comprensión" no llega­mos a nada, y lo que hacemos es inmiscuirnos cada vez más en la hondura de los problemas y las dificultades.
   Las cosas que nos ha­cen sufrir, como la incomprensión, la soledad, la muerte, no tener, no ser amados, ir sin sentido de un lado a otro, son producto de que no Comprendemos el por qué de las cosas y sus causas. Esto es ignorancia.
   La Ignorancia es la causa del sufrimiento. La Comprensión de nosotros mismos y de la Causa de las cosas nos libera del sufrimiento; comprender en qué Principio Universal esta­mos fallando, qué Principio Universal estamos ignorando o dejando de aplicar, qué Aspecto de Dios no estamos reconociendo y en cuál de los Cuerpos está nuestro descuido o desequilibrio.    
   Todo es ilu­sión, todo se va a terminar algún día, y si nos apegamos por incomprensión, ésta es la CAUSA del sufrimiento. No nos apeguemos a nada. Lo que tiene principio tiene fin, y lo que no ha tenido principio nunca tendrá fin.
   El pecado y el pecador no existen. “EI único pecado es la ignorancia” No suframos por el complejo de culpa de haber hecho algo malo.
   Sólo existe la comprensión de los Principios Universales; el transgredirlos nos causa sufrimiento, y esto es lo que se llama "pecado", el cual se co­rrige con Comprensión.
   Si no nos comprendemos, no nos conoce­mos; el conocimiento es la base de la sabiduría, y la sabiduría es la causa de la solución de todos los  problemas.
   Al comprender: sabe­mos, amamos, hay buena voluntad, una inmensa belleza, verdad, paz, y perdonamos, evitando el sufrimiento que produce la Ignoran­cia.
   Comprender sin calificar por qué los demás actúan mal o bien, nos enseña a conocer al ser humano y nos hace sensibles y accesi­bles al corazón de la humanidad.
   Para COMPRENDER es necesa­rio observar, familiarizarse, sensibilizarse, hacer silencio y escuchar al que habla.

ESFUERZO
Las cosas pueden llover del cielo gratis, pero hay que hacer el esfuerzo de procurarlas físicamente, mentalizarlas y decretarlas.
Todo el que consigue algo ha tenido que esforzarse por ello. Cuan­do se busca, se encuentra, pero esto requiere de un esfuerzo, que es la disposición incondicional de hallar lo requerido.
 La falta de es­fuerzo es la CAUSA de que no consigamos las cosas que quere­mos.
El vivir positivamente, exitosamente, con prosperidad y salud, requiere el precio del esfuerzo por pensar positivo, decretar y mo­ver Causas Positivas.

MENTALISMO Y CAUSA Y EFECTO
De los Principios de Causa y Efecto y Mentalismo se des­prenden todos los demás Principios Universales. Moviendo Causas positivas y pensando positivamente podemos vivir felices, obtener el conocimiento, uso y dominio de los Principios restantes. Así va­mos más allá del conflicto del pensamiento, trascendemos el par de opuestos y vivimos más allá del bien y del mal, fuera de toda preocupación, diciendo: "Yo no estoy en el plano de la lucha"


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