El Rayo Dorado -o Segundo Rayo- se ancla en cada segundo aspecto espiritual y del Cosmos. Así tenemos, que el Segundo Rayo está presente en cada hijo espiritual y en cada Cristo del Universo.
El Rayo Dorado canaliza, para la Tierra y todo el Cosmos, las funciones inteligentes de todas las Leyes Cósmicas.
El Rayo Dorado es canalizado y expandido hacia la Tierra por nuestro Logos Planetario, a través de su Chakra Coronario, que es el chakra depositario de las Virtudes del Segundo Rayo.
Al ser meditado y decretado por nosotros, el Rayo Dorado nos da la resistencia ante las adversidades, intuición e inteligencia clara para saber cómo proceder y resolver las situaciones que se nos presentan y que desconocemos.
Al Segundo Rayo Dorado se lo denomina, "de Sabiduría", debido a que aquellos que lo usan tienen un característico deseo de adquirir conocimiento puro y alcanzar la verdad absoluta. A veces, estas personas se transforman en seres fríos y egoístas, cuando no aman. Si una persona posee el Rayo Dorado de la Sabiduría y, además, el Amor y el Poder, entonces tenemos el Rayo de los Buddhas y de los grandes Instructores de la Humanidad, aquellos que, habiendo alcanzado la Sabiduría para emplearla en bien de los demás, se entregan por entero a difundirla. R.C.
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