SEATTLE- RUBÉN CEDEÑO

Buddha Gnadhara de Seattle-foto Rubén Cedeño

Ciudad de Seattle

SEATTLE

    Rubén Cedeño

Seattle 26 de Julio del 2012

Vine por primera vez a Seattle en 1980 y su radiación me penetro tanto en el corazón que no he dejado de pensar en esta ciudad a través de años y por eso ahora he vuelto a conocerla profunda y detenidamente.

 Seattle es la Puerta de Alaska,  una ciudad hermosa refrescada por entradas y escondijos del océano Pacifico formando la bahía de Puget Sound y el lago de Washington entre valles y colinas, puertos y marinas por todos lados.

 Seattle aunque está habitada desde hace unos 4000 años, no tiene el peso del pasado como la mayoría de las ciudades europeas, ya que comenzó a ser habitada por europeos solo a partir del siglo XIX. Seattle es una ciudad nueva en todo el sentido de la palabra y no por eso es anodina. Tiene  mucho que decir, esta llena de arte por todas partes, de mucha sabiduría, espiritualidad y una gran belleza, dentro de un gran modernismo, con todo lo de hoy, de la Nueva Era, por eso, no de balde ocupa un lugar preponderante en el continente Americano. Es una de las ciudades magnéticas enclaves de la tierra junto a New York, México, Caracas, Buenos Aires, Ginebra y Tokyo, está en el “Cinturón de Fuego del Pacifico”, lo que le da un gran potencial energético y por esto la hace sensiblemente sísmica. Seattle es la ciudad con el índice de personas mas evolucionadas de casi toda América.  De norte a sur es la primera ciudad importante estadounidense de la costa este. Es muy conocido entre sus habitantes su Ángel o Guardiana Silenciosa llamado “Lady Emerald”, la que hay que agradecerle poder permitir venir, vivir y disfrutar de esta ciudad.

 AGUJA DEL CIELO

La ciudad de Seattle es atravesada por un moderno monorriel que va desde el centro de la ciudad hasta donde se encentra la “Aguja del Cielo”, construida en 1962, que es su icono. Un moderno mirador de 184 metros de alto al que se puede ascender por varios rápidos ascensores y en su cumbre gozar de un restaurante y del inigualable espectáculo panorámico de la ciudad. No por casualidad se llama así, ya que una “Aguja del Cielo” da puntadas de unión entre el cielo y la tierra. Aquí se une la radiación eterica de “Polaris” el ser que sostiene la radiación espiritual de la tierra por el Polo Norte y hace que toda esta costa oeste de los Estados Unidos sea el punto donde este mas etérea la tierra. El planeta esta ascendiendo por aquí.

 BUDDHA GANDHARA DE SEATTLE

 La radiación del Buddha Ganadhara de Seattle me trajo aquí.  Debido al poder magnético contenido dentro de la estatua de este Buddha del modesto “Museo Asiático” de Seattle, se mantiene el enclave de las “Enseñanzas” del Señor Gautama en el continente Americano. Desde el punto donde el Buddha Gandhara se encuentra hasta el Templo de Shamballa en la región eterica de New York hay un tejido magnético que desciende y  cubre todo el continente Américano con  la radiación, bendición, enseñanza y protección del Señor Gautama Buddha.

  El Buddha de Seattle es pequeño en dimensiones pero inundado de una gran continente energético interno que se expande a miles de kilómetros a su alrededor. La serenidad de Su rostro no dice lo que hace.  Esta radiación fue la que atrajo, que una de las mejores películas que se han hecho sobre el Señor Gautama llamada “El Pequeño Buddha” de Bertolucci, tenga como eje central de su trama Seattle.

El Buddha Gandhara de Seattle refleja una gran naturalidad, belleza y sencillez. Es de estilo greco romano del siglo II de nuestra era y procedente de Afganistán de la región de Gandhara. Este Buddha se encuentra en la posición de Amida Buddha, de Padmasana o Meditación en Dhyanimudra. Su posición invita a la meditación es la posición correcta del “Vipassana”. En el museo ocupa una modesto sitio en la sala central y principal del mismo.

 Las enseñanzas  del Señor Gautama son sumamente necesarias en la humanidad de hoy, la gente las requiere para resolver muchos asuntos de su vida. Pero debido al arrastre que se ha tenido de sus enseñanzas matizadas por el Primer Concilio  del Buddhadharma de Rajgir en India, donde se le impregnaron las palabras del Señor Gautama  con  un lenguaje retorico, narrativo en repeticiones excesivas y el exceso de palabras en sanscrito y pali  ha hecho que estas enseñanzas no hayan calado lo suficiente ni realizado el bien  para el que fueron descargada.

 Me he propuesto y trabajo a diario en poner en el mas simple, practico y comprensible castellano apto para el humano de la calle las enseñanzas mas útiles del Señor Gautama. Con el propósito de impregnarme de la conversión del Buddharma complicado y abstruso a una enseñanza sencilla e iluminadora para el humano de hoy, he venido a los pies del Buddha Gandhara de Seattle a recibir este respaldo energético para continuar con esta labor.