NO DEBER
No le debamos a nadie.
No debamos nunca, y
dejemos esa maña de estar pidiéndole prestado dinero o cosas a la gente.
Cuando
un debe, retrasa el advenimiento de lo que a uno le pertenece por "Derecho
de Conciencia", porque por "Causa y Efecto", se nos devuelve el
que nosotros le estemos obstaculizando la provisión a otro ser humano al
deberle.
Si acaso compramos algo a crédito porque
es de un alto costo, como un piano o un auto, paguemos puntualmente las
mensualidades.
No fiemos, porque cuando uno está debiendo, aquello que tiene
que venir por "Derecho de Conciencia" se detiene.
Una persona que
debe, no puede poner en funcionamiento la Ley del "Derecho de
Conciencia", porque está debiendo, y Dios no le puede dar hasta que pague
lo que debe.
Para vivir próspero toda la vida no hay que deber. Conny Méndez me
enseñó esto cuando todavía era un niño; ella me dijo:
"No le debas a
nadie", y hasta este momento he vivido sin deberle nada a nadie.
Si
alguien utiliza su tarjeta de crédito, páguela de inmediato.
Cuando estaba niño, en una oportunidad, me
dijeron que el que no tenía crédito no valía para nada.
Nunca he tenido crédito
en ninguna parte, y sin embargo, he podido hacer lo que normalmente cualquier
persona hace, y sin usar una tarjeta de crédito.
Es un estado de conciencia: no deber, no
fiar, ni tomar nada a crédito.
Hay
personas que se interrogan cómo hacer para comprar un apartamento que vale
miles de millones.
En su cuestionamiento dicen: "tengo que deber, porque
yo no tengo el dinero para comprarlo".
¡Pero cómo lo vas a tener, si ya
estás decretando "no tengo para comprarlo"!
Si tenemos el concepto de
la deuda, la idea de que no podemos poseer determinada suma, nunca la
poseeremos y moriremos sin verla.
Pero si invertimos nuestra actitud mental y
decimos:
¡Sí puedo! ¡Abro todos mis canales!,
todo llegará a nosotros.
Es muy importante concienciar lo siguiente: si una hormiguita y cualquier
animalito tienen todo el alimento que requieren, ¿por qué no el ser humano, que
es más evolucionado?
Hay un interrogante sobre qué sucede,
entonces, con las Entidades de Ahorro y Préstamo; los préstamos que toman los
obreros, los trabajadores públicos y demás.
Estas cosas las ha creado el ser
humano porque no conoce el funcionamiento de la Ley Cósmica, y todos estos
mecanismos son válidos para algunos; pero aquel que conoce la Ley Cósmica de
Precipitación y se centra a trabajar su "Rayo Oro-Rubí de la
Provisión", nunca va a necesitar ninguna de esas entidades.
Procuremos lo nuestro siempre, no importa
que al principio lo que necesitemos no nos venga tan espléndido como lo deseamos;
subiendo poco a poco se llega a la cumbre de la montaña.
Aprendamos a
precipitar y hagamos la siguiente práctica: extendamos las palmas de las manos
y pensemos en DIOS, diciendo:
"Yo Soy precipitando a mis manos, océanos
abundantes de dinero y de toda cosa buena"
PRÉSTAMOS
Todo va a depender de lo que creamos, hagamos y sintamos.
Lo que uno piensa se manifiesta.
Si uno cree que necesita una Entidad de Ahorro
y Préstamo o apostar a los caballos, para ganar un millón de dólares, la
creencia va a determinar lo que tenemos que hacer; pero si pensamos y
mentalizamos que nuestra provisión es ilimitada y que todo lo que necesitamos
viene, esto se hará visible y tangible.
Hay una Ley todavía más allá, superior,
que es:
"todo aquello que necesito, me viene".
Si no tenemos
un automóvil, es porque no lo necesitamos, y poseerlo nos crearía mortificación
y problemas; si no tenemos una quinta en el Country Club, es porque nos traería
muchos problemas de mantenimiento por su grandeza, y por eso Dios no nos la da.
Todo esto va a empezar a manifestar en
nosotros una conformidad con aquello que tenemos, y en el momento en que la Ley
vea que a nosotros nos hace falta una camisa, vendrá alguien y nos la regalará;
y si nos hace falta viajar, el pasaje aparecerá. ¿Cómo? Con una técnica, que es
el no preguntártelo.
Uno, sencillamente piensa aquello que necesita y da las
gracias por eso, porque ya lo recibió, afirmando: "Gracias Padre, porque
ya tengo mi viaje o lo que deseaba", y esto tardará en manifestarse lo que
tarde nuestra conciencia en tenerlo presente como un hecho tangible y visible.
Del Libro PROVISIÓN (pág.
20-22) - Autor: Rubén Cedeño
Edición Conjunta: EDITORIAL
MANIFESTACIÓN & EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA
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