Irradiemos el
Fuego Viviente de la GRATITUD
Cuando la misma Tierra, moviéndose en un eje
enderezado, emita los himnos de alabanza y gratitud a Dios por la vida y todo
lo que hay sobre la Tierra, cuando cada ser humano se vuelva consciente de los
magnificentes regalos de la vida en la tierra, en el elemento agua, en el
elemento aire y en el elemento fuego, los que han sido sirvientes obedientes a
la raza humana durante eones de tiempo.
¡Una de las actividades que trae música a
los esfuerzos, auras y Tubos de Luz de cada uno de ustedes, es la gratitud a
Dios, la gratitud a sus prójimos, la gratitud a la naturaleza, la gratitud a
todo lo que es!
Eleva la acción vibratoria de los vehículos
internos de ustedes y es una medida saludable incluso para sus vestiduras
carnales –gratitud hacia sus corazones y órganos que forman sus vehículos,
gratitud a sus manos y pies, sus ojos y oídos- TODOS ellos sirviéndoles en el
transcurso de la encarnación, dándoles la flexibilidad y movilidad de la última
expresión potencial de ustedes mismos.
Aquellos de ustedes, más maduros de años,
pueden estar agradecidos por los jóvenes, porque son aún irreflexivos,
disfrutando de los placeres y la libertad de hoy, aunque sin la sabiduría que
viene con el mañana.
Es una de Nuestras peticiones y mandatos a
la Ley que los jóvenes de mente y cuerpo aprendan
la gratitud por el regalos de la vida y utilicen sus mejores años en la
instauración del Reino de Dios en la Tierra, y no esperando hasta estar en su
mayor parte consumidos, y con la expectativa de atravesar las puertas de la
Libertad Eterna por sólo unos pocos años de sacrificio.
¡Entonces, cuando el uso de los vehículos
comienza a caducar, muy frecuentemente se ve, entre los más sinceros y
trabajadores chelas, una sensación de impaciencia con cualquier órgano, célula
o parte del vehículo que ha funcionado algunas veces por ochenta años, porque
no funciona como lo hacía a los dieciocho!
En vez de impaciencia, irradien el Fuego
viviente de la gratitud hacia aquellos órganos y células, hacia los ojos,
oídos, manos y pies, hacia toda célula y átomo que les ha servido en esta vida
¡dentro de ese sentimiento está la salud!
Sean agradecidos, benditos, agradecidos por
el uso de la vida y agradecidos por todo lo que sirve a la vida.
¡De este modo, ustedes se resucitan a
ustedes mismos!
Así pueden resucitar a otros, cientos y
miles de individuos en hogares e instituciones de toda clase y descripción,
quienes no tienen a nadie a quienes ellos puedan confiar sus miedos en lo
“desconocido”, y en lugar de gratitud, que es una radiación magnificente de
amor divino, hay rebelión, resentimiento, miedo y odio irradiándose desde esos
lugares.
Ustedes no tienen que entrar físicamente a
los hogares, asilos y hospitales.
No podrían, si ustedes tomaran un
peregrinaje completo de una vida terreste, entrar en todos, pero pueden llamar
al Dios del Amor, al Amado Jesús y Su Santa Madre, y a Mí, para dirigir, dentro
del mismo centro corazón de todos estos lugares de encarcelamiento, esa Llama y
sentimiento de gratitud, anclándola allí y dejándola ser un sentimiento alegre,
¿y qué ocurre?
Los efluvios oscuros, grises y negros, son
reemplazados por la luz Rosa, Rosada y Lila, lo cual es una elevación, no sólo
para esos individuos, sino para aquellos quienes los sirven.
¡Esta es UNA de las actividades que en cinco
minutos por día pueden rendir a la vida aprisionada!
Del libro: “Siete Arcángeles”, pág. 234 a 236.
Edición conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN
& EDITORIAL SEÑORA INDEPENDENCIA
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