LA MADRE MARÍA
La Madre María es la Pureza de sentimientos que debemos tener para que Cristo pueda nacer en nosotros, además de ser el Principio Femenino de la Divinidad y la Llama Rosa del Amor Divino.
María es una luminosidad radiante, brillante de sol, llenándonos de tanto amor, que todo odio, maledicencia, amargura, malestar, se borra de inmediato, y una sonrisa de felicidad se dibuja en nuestro rostro.
Imaginémonos dándole cariño a la gente que conocemos, a los animales y las plantas, porque nos hemos convertido en seres inofensivos y llenos de infinito amor.
Comenzamos a sentir amor, especialmente por aquellos que nos han odiado, insultado, calumniado y condenado sin ser culpables.
Nunca más volveremos a hablar mal de nadie, ni a proferir palabras insultantes que dañen.
"Yo vivo para hacer el bien a los seres humanos que me rodean".
La presencia de la Madre María dentro de nosotros nos embellece, nos cambia: nuestros ojos se llenan de Luz, nuestro rostro se torna dulce y amable, nuestra ropa comienza a brillar con los colores del arcoiris, transformándonos en alegría.
Nuestro cuerpo es envuelto en una tonalidad color rosada, y todo aquel que toca el borde de nuestro manto, siente amor.
La Madre María produce un milagro de curación en nuestro cuerpo, sanando ese órgano que más necesita salud; sana toda apariencia de enfermedad que tengamos y nos hace capaces de curar a los demás, realizando imposición de manos para sanar.
La presencia de María nos hace sensibles y afectivos, decididos a prestar ayuda donde se requiera.
"Toda la humanidad está ahora envuelta en mi Círculo de Amor radiante y conquistante".
Del Libro ESPÍRITU DE LA NAVIDAD (pág. 50-51) - Autor: RUBÉN CEDEÑO
Edición Conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN & ED. SEÑORA PORTEÑA
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