LA ILUSION DEL PODER -subido a face por Edgardo Musi
La Ilusión del Poder es quizás una de las primeras y más serias pruebas que se presenta al aspirante y también uno de los mejores ejemplos de este “gran error”; por lo tanto, les pido que lo consideren como algo contra lo cual deben precaverse cuidadosamente.
Raras veces el discípulo escapa a los efectos de este error de la ilusión, pues se basa, en forma curiosa, en el éxito y el móvil correctos.
De allí la naturaleza plausible del problema. Podría ser expresado de la manera siguiente:
El aspirante logra hacer contacto con su Alma o Ego, mediante el correcto esfuerzo.
El aspirante logra hacer contacto con su Alma o Ego, mediante el correcto esfuerzo.
Por la meditación, buena intención y correcta técnica, más el deseo de servir y amar, obtiene el alineamiento.
Entonces llega a ser consciente de los resultados de su exitoso trabajo.
Su mente se ilumina.
Un sentido de poder fluye a través de sus vehículos.
Es consciente del Plan, al menos temporariamente.
La necesidad del mundo y la capacidad del Alma para enfrentar esa necesidad invade su conciencia.
Su dedicación, consagración y propósito correctos acrecientan la afluencia de energía espiritual.
Conoce.
Ama.
Trata de servir, realizando las tres cosas con mayor o menor éxito.
El resultado de todo ello es que el sentido de poder y la parte que debe desempeñar para ayudar a la humanidad, cada vez lo absorben más que la comprensión del debido y adecuado sentido de proporción y de los valores espirituales.
Se sobrestima a sí mismo y también su experiencia.
En vez de redoblar sus esfuerzos y establecer un contacto más estrecho con el reino de las Almas y amar más profundamente a todos los seres, empieza a hacer alarde de sí mismo, de la misión que tiene que cumplir y de la confianza que el Maestro y hasta el Logos Planetario han depositado evidentemente en él.
Habla de sí mismo, gesticula y atrae la atención, reclamando reconocimiento.
A medida que lo realiza malogra constantemente su alineamiento, su contacto se aminora, uniéndose a las filas de los que han sucumbido a la ilusión del poder experimentado.
Esta forma de ilusión prevalece cada vez más entre los discípulos y aquellos que han pasado las dos primeras iniciaciones.
Existen en el mundo muchas personas que han recibido la primera iniciación en una vida anterior.
En algún período del actual ciclo de vida, que repite y recapitula los acontecimientos de su progreso anterior, llegan nuevamente a la etapa de realización que habían alcanzado anteriormente.
Perciben el significado de su realización y el sentido de su responsabilidad y conocimiento.
Nuevamente se sobrestiman, considerando a sus misiones y a sí mismos como algo excepcional entre los hijos de los hombres; comienzan a hacer demandas esotéricas y subjetivas para ser reconocidas, arruinando así lo que hubiera sido un servicio fructífero.
Cualquier énfasis puesto sobre la personalidad puede desfigurar fácilmente la luz pura del Alma cuando trata de afluir hacia el yo inferior.
Todo esfuerzo para llamar la atención hacia la misión o tarea que ha asumido la personalidad, desvirtúa esa misión y restringe al hombre en su tarea; ello conduce a diferir el cumplimiento hasta el momento en que el discípulo sólo sea un canal por el cual pueda afluir el amor y brillar la luz.
Esta afluencia y brillo deben ser acontecimientos espontáneos y carecer de toda alusión propia.
Maestro Djwal Khul
Extraído del libro: "SIRVIENDO A LA HUMANIDAD" (Alice Bailey).
Extraído del libro: "SIRVIENDO A LA HUMANIDAD" (Alice Bailey).
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