viernes, 12 de octubre de 2012

DIVINA PRESENCIA DE DIOS YO SOY


HUMILDAD




HUMILDAD

1 Cuando somos externamente y personalmente nada y estamos desposeídos de títulos, grados, posiciones o poderes, existen muchas posibilidades de que seamos humildes; por eso la renuncia va de la mano con la humildad y debido a ello, a los pobres se les dice "gente humilde", aunque no siempre lo sean.

2 Al tener el título o grado de algo, sea material o espiritual; posesiones, aunque sean tan básicas como una casa, dinero, un auto; cuando ostentamos algo de poder, como el hecho de mandar y ser obedecidos, muy prestos estamos de ser soberbios, prepotentes, autoritarios y de perder la humildad.

3 Para ser humildes, siempre conviene en todo sentirse "nada", creerse "nada", considerarse ante los demás "nada", verse como "nada" y darse cuenta que solo Dios Es, solo Dios Puede, solo Dios hace, solo Dios tiene, y ante Él somos nada.

4 La humildad niega la personalidad y por lo tanto hace brillar el Espíritu, el orgullo hace brillar la personalidad y esconde el Espíritu.Por esto la espiritualidad va de la mano con la humildad.

5 Dice el Arcángel Miguel: "No permitan que el lado humano se sienta importante ante la Presencia de la Vida: más bien obliguenlo a permanecer lo suficientemente humilde de manera que el Poder de la Vida pueda encontrar armonía al actuar  través de esa forma humana, para producir Perfección, mantener Su Dominio y difundir Su Magna Radiación por doquier".

6 Dice Jesús: "Cuál es mayor? El que se sienta a la mesa o el que sirve? No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve. El que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo"

7 Solo se engrandece el que se empequeñece ante la grandeza del Señor.

8 No sintamos, pensemos o digamos que somos humildes, que vamos a serlo o que no tenemos orgullo, pues en ese hecho perdemos la humildad, porque comenzamos a sentirnos orgullosos de ser humildes, y la humildad es la negación de creerse o ser algo, aunque se sea ese algo.


 del libro "Humildad" , por Rubén Cedeño"
Editorial Manifestación, Ediciones Merú y Editorial Señora Porteña.

JUAN EL AMADO es un Maestro Ascendido, miembro de la Jerarquía Espiritual de Shamballa


                      
JUAN EL AMADO


“Juan el Amado” es un Maestro Ascendido, miembro de la Jerarquía Espiritual de Shamballa, que desarrolló en su evolución el amor a su Maestro, la devoción, la paz, la prosperidad y el misticismo que emanan la Presencia de Dios; y Él es capaz de proyectar estos dones hacia nosotros, si nos unimos a su estado de conciencia y lo invocamos: 

“Yo Soy uno con el Estado de Conciencia de Juan el Amado”.

Este amor tan grande de Juan por Jesús le valió para ser actualmente el Chohán del Sexto Rayo Oro- Rubí de la Provisión, Paz, Suministro, Gracia, Devoción, Misticismo y Serenidad.

“Juan” quiere decir la “Misericordia de la Presencia de Dios Yo Soy”, que en hebreo se dice “Yohanan”; por lo tanto, es un nombre de completa y absoluta Llama Violeta. 

Es importante saber la vibración que este nombre emite, para usarlo concientemente, sobre todo al ponérselo a alguien o al llamar a una persona nombrada así.


Del libro: “JUAN EL AMADO”, de Rubén Cedeño (pag.7/8).
Edic. Conj.: EDIT. MANIFESTACIÓN DEL GPO METAFÍSICO DE CARACAS SEDE CENTRAL & EDIT. SEÑORA PORTEÑA

Invocaciones a Nuestros Amigos del Rayo Oro-Rubi




Invocaciones a Nuestros Amigos
del Rayo Oro-Rubi

Amada Señora Bach, Diosa de los idiomas, expande la conciencia del “YO SOY” y de la Luz de Dios que nunca falla a través de todas las lenguas del mundo para que sean usadas solamente para transmitir Paz al Planeta Luz Tierra.

Amado Señor Koot Hoomi, Cristo de la Tierra, establece la Paz y el Logro Victorioso de la Unión con Dios en todas las religiones y Grupos Espirituales del Mundo.

Juan el Amado, trae: Paz a nuestras almas, casas, familias, trabajos, ciudades.

Arcángel Uriel de la Provisión, trae a mis manos la Substancia Divina que me haga falta para vivir divinamente, con el confort del Espíritu Santo.

Del libro: “Servicios”, de Rubén Cedeño; pág.190. Edición conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN & EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA