jueves, 11 de julio de 2013

RAYO ORO -RUBÍ

                                              

  RAYO ORO -RUBÍ

   El Rayo Oro-Rubí es el Sexto en el orden de los Siete Rayos, y concretiza uno de los “Siete Aspectos de Dios”. Es el Rayo de la  provisión, Paz, Suministro, Gracia, Devoción, Misticismo y Serenidad de Dios. 
Estas mismas cualidades están dentro de nosotros, cuando se combinan las Llamas Dorada y Rosa de nuestro Cristo, y surge la Llama Oro-Rubí. 
De ella proviene todo el potencial de provisión de toda cosa buena que nos es necesaria. 
Gracias a la acción suministradora de esta Llama, todos los requerimientos de nuestros cuerpos físico, etérico, astral y mental son suplidos.
Toda la Provisión que requerimos y anhelamos está dentro de nuestro corazón, y la encontramos en nuestra radiante Llama Oro-Rubí.
   La Llama Oro-Rubí es la que permite que nuestra Provisión Divina de dinero y alimentos fluya hacia nosotros, como el aire que respiramos, sin que nos falte nunca, a menos que nuestra mente y sentimientos lo impidan con su actitud negativa.

                           CLAVE DE LA PROSPERIDAD
  


   La clave para vivir “Rebosante de Riquezas” es dar, dar y siempre dar. 
Pero aquello que demos, debemos bendecirlo para que se nos devuelva millonificado. 
Si damos un Euro, un Dólar, un Peso o cualquier moneda, digamos: 
“Dios bendice y multiplica tu Provisión Divina, y me lo devuelve millonificado para hacerme Rebosante de Riquezas”. 
Esta aplicación también debemos hacerla cuando paguemos una cuenta, hagamos  un cheque o depositemos dinero en el banco
Lo que se bendice, se multiplica. Bendigamos siempre todo dinero que caiga en nuestras manos.
  
Por nada del mundo nos sumemos a esas conversaciones en que se estén afirmando cosas como: “Los bancos están quebrados”, “la devaluación nos está matando”, “que país tan pobre”. 
Ya sabemos la verdad de que la única pobreza está en la mente, y no participar de esas conversaciones nos protege contra toda miseria.

   Para que nunca nos falte la comida, cada vez que nos sentemos a comer, démosle gracias a Dios por los alimentos recibidos; extendamos las manos sobre la comida y digamos.”Amada Presencia de Dios, bendice estos alimentos y las manos que los prepararon. Gracias Padre”.

   Aplicando todo esto, va a cambiar nuestra fortuna favorablemente; y si ya somos opulentos, esto nos mantendrá por siempre afortunados. 
El secreto final para vivir “Rebosante de Riquezas” y jamás arruinarnos, está en el diezmo, que consiste  en donar el diez por ciento de todo lo que Dios nos da, en beneficio de una obra que difunda este conocimiento. 
Esto puede ser: depositando una dádiva en la bolsita de la “Donación Amorosa” del grupo espiritual, o comprando libros de esta instrucción para regalar y hacer que otros aprendan estas enseñanzas y se beneficien de ellas.

Extraído del libro:” PROVISIÓN” de Rubén Cedeño. -Edición conjunta: EDITORIAL MANIFESTACION & EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA