viernes, 29 de noviembre de 2013

SABES TÚ LO QUE DEBES CAMBIAR?

SABES TÚ LO QUE DEBES CAMBIAR?

Cuando nos miramos al espejo, y estamos cada vez más feos y demacrados, porque no sonreír, DEBEMOS CAMBIAR.

Cuando creemos que lo sabemos todo, y pasamos el tiempo corrigiendo a los demás, regañándolos y amargándoles la existencia, DEBEMOS CAMBIAR.

Cuando no disfrutamos de la familia y los amigos por estar achacándoles defectos a cada instante, DEBEMOS CAMBIAR.

Cuando creemos que los demás están equivocados, y que solamente nosotros tenemos la razón, DEBEMOS CAMBIAR.

Cuando nos aturdimos a tal punto con el trabajo, que no compartimos relajadamente con la familia y los amigos, DEBEMOS CAMBIAR.

Cuando creemos que ser buen familiar y amigo es solamente suministrar cosas materiales, DEBEMOS CAMBIAR.

Cuando en una reunión con varias personas somos el único que habla y no hay diálogo, DEBEMOS CAMBIAR.

Cuando desatendemos al que se encuentra a nuestro lado por estar hablando con el teléfono móvil, DEBEMOS CAMBIAR.

Cuando no nos alimentamos enérgicamente porque siempre estamos apurados, DEBEMOS CAMBIAR.

Cuando no nos tomamos un tiempo para disfrutar de la música, el arte, la poesía, el paisaje y la gente que nos rodea, DEBEMOS CAMBIAR.

Rubén Cedeño; libro: “Pilares”
Editorial Manifestación & Editorial Señora Porteña.


AMADO MAESTRO SAINT GERMAIN

REY DE LA EDAD DORADA, AMADO MAESTRO SAINT GERMAIN

Amado Maestro Saint Germain, Rey de la Edad Dorada, ante Tu Trono, como el Dios de la Libertad, me inclino de corazón, asumiendo y decretando que sólo TÚ nos Reinas en LIBERTAD, 
con Tu Corona de Cruces de Malta que es nuestra máxima seguridad y protección; 
TÚ nos proteges y cubres con la LIBERTAD de Tu Capa de Luz Violeta; TÚ nos diriges y comandas con la LIBERTAD de tu Cetro de Amatistas; 
Tu Corazón de Amatista de Amor Compasivo, inunda, compenetra, protege nuestras vidas y las de toda la comunidad.
Amado Maestro Saint Germain, te amo, te invoco, te alabo. 
Camina a través de nosotros, ¡Oh, Magno Embajador de la Luz! 
Enciende tu Fuego Violeta, Antorcha de Liberación.

DECRETO:
“YO SOY”, aquí y ahora, todos los Poderes Transmutadores, Protectores y de Amor Compasivo de la Llama Violeta, 
envolviéndome a mí, a mis familiares, amigos, grupo espiritual; 
a este país, continente, esta situación y todo el mundo, 
haciéndonos invisibles e irresistiblemente invencibles; 
disolviendo toda “energía siniestra” y plan nefasto que se oponga al Plan Divino y Protección de Unidad, 
Felicidad, Belleza, Paz, Armonía, Perdón y Amor Compasivo 
que Dios desea para todos los seres humanos sobre la Tierra.

Rubén Cedeño; libro: “Servicios”.
Editorial Manifestación & Editorial Señora Porteña.


Arcángel Uriel, Arcángel de nuestra Ministración.

RUBÉN CEDEÑO-LIBROÁNGELES

ARCÁNGEL URIEL

(MINISTRACION)

     El Arcángel Uriel  y su Complemento, la Señora Gracia, son los directores de los Coros Angélicos del Rayo Oro-Rubí, y sostienen el Sexto Rayo dentro de todo el ámbito planetario.

     La Amada Gracia es la que otorga el don de la Gracia a aquel que la requiere o demanda, ya que esta es una virtud que necesitamos para todo: cantar con Gracia, hablar con Gracia y hacer todo con Gracia. 
Esto lo da la Señora Gracia. Podemos decir, cada vez que veamos algo sin gracia:

"Amada Señora Gracia, impregna con la Divina Gracia este vestido, peinado, comida, composición, etc., que estoy haciendo".

La Virgen de Altagracia,  en República Dominicana, es una expresión física de la Señora Gracia.

     El Amado Uriel es el emisor del suministro de todos los requerimientos materiales, vitales, emocionales y mentales de cada corriente de vida encarnada o desencarnada dentro del planeta Tierra. Uriel es el Arcángel suministrador de todas nuestras urgencias económicas, ya que precipita dinero inmediatamente. Él también dirige la actividad de los Ángeles suministradores encadenados por amor a cada corriente de vida para actuar como Ángeles de la Guarda.


     La llave Tonal del Amado Uriel se encuentra en la conocida "Canción de Cuna" del compositor alemán romántico Brahms.