domingo, 9 de febrero de 2014

GRAN DIFERENCIA ENTRE CONOCIMIENTO E ILUMINCIÓN


EXISTE UNA GRAN DIFERENCIA ENTRE CONOCIMIENTO E ILUMINCIÓN, O VERDADERO ENTENDIMIENTO

El conocimiento ha sido usado a lo largo de muchos años por muchos individuos quienes, a través del entrenamiento y cierta disciplina, han recibido ciertos poderes que fueron utilizados para fines egoístas.

Como ese conocimiento trabaja con la Ley absoluta, se convierte para ellos en la forma y el medio de controlar multitudes a través del miedo y la angustia, y para construir para sí mismos imperios materiales.

Había, por lo tanto, en ese conocimiento, más acumulación mental de datos que verdadera iluminación y entendimiento, los cuales, dentro de su propio ser, motivan al individuo que los recibe a usarlos siempre con Amor Divino para bendecir a toda Vida.

Koot Hoomi; libro: “Sabiduría de las Edades”.
Editorial Manifestación & Editorial Señora Porteña.


OBSERVAR LO SUFICIENTE PARA DARNOS CUENTA DE LAS COSAS IMPORTANTES DE LA VIDA



FALTA DE OBSERVACIÓN

La falta de observación, de genialidad, de sabiduría, es una de las causas del sufrimiento.

 Por falta de observación, se pasan por alto los asuntos más trascendentales de la vida, los momentos más felices y hermosos, y la gente ni siquiera se da cuenta de cómo disfrutar con determinados amigos, jugar con los niños, participar con la familia, gozar de una persona.

No observamos porque vivimos distraídos, desatentos de lo que nos acontece en el presente inmediato, de lo que vemos y nos sucede en el momento.

Cuando no atendemos ni observamos, es porque estamos dormidos,  alertargados, no percibimos la realidad, no vemos lo que sucede frente a nosotros; esto hace que cometamos errores, dejemos pasar oportunidades, se nos caiga el mundo encima.
No observar es la causa de que vivamos en la ignorancia, y esta es la madre de todos los pesares.

Rubén Cedeño; libro: “Rayo Dorado”.

Editorial Manifestación & Editorial Señora Porteña.

DEJA QUE UN RAYO DE SABIDURÍA, ILUMINE TU ENTENDIMIENTO



INCOMPRENSIÓN


El que critica, condena, califica o juzga, es fanático, supersticioso, no comprende, no aprende, no se ilumina y se encierra en su punto de vista, sin permitir que un rayo de Luz, de Sabiduría, ilumine su entendimiento, para así tener la oportunidad de cambiar, de ser feliz.

Rubén Cedeño; libro: “Rayo Dorado”.

Editorial Manifestación & Editorial Señora Porteña.