jueves, 25 de septiembre de 2014



REGLAS PARA ASPIRANTES


Existen ciertos aforismos y mandatos que el solicitante a la iniciación debe estudiar y obedecer. Hay una gran diferencia entre los términos "aspirante al sendero" y "solicitante de la iniciación". El que aspira al discipulado y se esfuerza por llegar a él no está comprometido, de ninguna manera, a adoptar la misma actitud y disciplina específica que el solicitante de la iniciación y puede emplear el tiempo que quiera en hollar el sendero de probación. Quien busca la iniciación está en distinta posición, y, presentada la solicitud, debe disciplinar su vida bajo normas definidas y seguir un régimen estricto, optativo para el discípulo..
A continuación se dan catorce reglas extraídas de una serie de instrucciones recopiladas para quienes ansían recibir la primera iniciación.

Regla Uno.
Que el discípulo investigue dentro de la profunda caverna del corazón. Si allí arde intensamente el fuego, dando calor a su hermano, pero no a sí mismo, ha llegado el momento de solicitar autorización para presentarse ante el portal.
Cuando el amor a todos los seres, sin tener en cuenta quienes son, comienza a ser una realidad en el corazón del discípulo y, al mismo tiempo, el amor a sí mismo no existe, indica que se está acercando al Portal de la Iniciación y puede prestar los juramentos preliminares necesarios, antes de que su Maestro entregue su nombre como solicitante de la iniciación. Si no le importa el sufrimiento y el dolor del yo inferior, si le resulta indiferente ser feliz o no, si el único propósito de su vida es servir y salvar al mundo y si las necesidades del prójimo son para él de mayor importancia que las propias, recién entonces el fuego del amor irradia de su ser y el mundo podrá sentirse confortado ante sus pies. Este amor debe ser una manifestación probada y práctica y no sólo una teoría ni simplemente un ideal impracticable y un sentimiento grato, sino algo surgido de las experiencias y pruebas de la vida, de tal modo que el primer impulso de la vida sea el autosacrificio y la inmolación de la naturaleza inferior.

Maestro Djwal Khul

Extraído del libro: Iniciación Humana y Solar (Alice Bailey)

Esta nota es de Edgardo Musi, de su página de Facebook. Gracias Dr.

EL MANTO DE LA VERDAD ES UNA ENERGÍA MÁGICA

MANTO DE LA VERDAD

El “Manto de la Verdad” es una energía mágica que maneja la Diosa Pallas Atenea y que los humanos pueden usar y es capaz de destruir toda patraña, mentira y cualquier chisme falso y destructivo.

Un chisme falso y destructor es una mentira que sume en el infierno humano, que arruina al que lo genera, al que lo manipula, lo oye y lo cree, negándole el Paraíso y disminuyéndole el Poder, la Luz y el Amor que hayan podido generar alguna vez por trabajar con “La Verdad”.

Decir, vivir y actuar solamente con la Verdad desenvuelve un Manto invulnerable de fuerza muy poderoso que protege al que lo tiene contra toda energía siniestra y elemental engañoso.

La gente seria, culta, inteligente, que vive ocupada de cosas importantes, no oye chismes y mucho menos los cree, no tiene tiempo para eso.

Todo el que te dice un chisme falso y destructivo quiere hacer daño, aunque justifique hacerlo por bien.

Los Sabios y Maestros solo trabajan con la Verdad.

La verdad es un hecho científico que debe estar comprobado con los contenidos mismos de la cual es objeto.

Rubén Cedeño; “Principios Metafísicos”

Grupo Editorial Metafísica & Editorial Señora Porteña