jueves, 7 de noviembre de 2013

JUAN EL AMADO ES UN MIEMBRO DE LA JERARQUÍA ESPIRITUAL DE SHAMBALLA

MAESTRO ASCENDIDO JUAN EL AMADO

Es un Maestro Ascendido, miembro de la Jerarquía Espiritual de Shamballa, que desarrolló en su evolución el amor a su Maestro, la devoción, la paz, la prosperidad y el misticismo que emanan la Presencia de Dios; y Él es capaz de proyectar estos dones hacia nosotros, si nos unimos a su estado de conciencia y lo invocamos: 

“Yo Soy uno con el Estado de Conciencia de Juan el Amado”.

Este amor tan grande de Juan por Jesús le valió para ser actualmente el Chohán del Sexto Rayo Oro- Rubí de la Provisión, Paz, Suministro, Gracia, Devoción, Misticismo y Serenidad.

“Juan” quiere decir la “Misericordia de la Presencia de Dios Yo Soy”, que en hebreo se dice “Yohanan”; por lo tanto, es un nombre de completa y absoluta Llama Violeta. 

Es importante saber la vibración que este nombre emite, para usarlo concientemente, sobre todo al ponérselo a alguien o al llamar a una persona nombrada así.

Libro: “JUAN EL AMADO”, de Rubén Cedeño .
Edit. Manifestación & Edit. Señora Porteña



EL PODER DE LA PRECIPITACIÓN ESTÁ DENTRO DE LA AMADA PRESENCIA “YO SOY”.

PRECIPITACIÓN

“YO SOY” en todas partes, hasta en el Corazón de Dios, la Inteligencia Gobernante del Universo.

De manera que, cuando yo deseo precipitar lo que sea, yo sé que “YO SOY” el poder actuante,
“YO SOY” la sustancia que está siendo manipulada, y ahora Yo la traigo a la forma visible para mi uso.

El Amado Maestro Saint Germain dice: “La contemplación de esta frase que acabo de expresar le permitirá al estudiante entrar en esta actividad sin tensión ni ansiedad.

Esto sirve para fabricar oro o lo que se requiera.

“El Poder de la Precipitación está dentro de la Amada Presencia YO SOY”.
Esto hay que comprenderlo y recordarlo en todo momento.

Libro: “ORACIONES Y DECRETOS DE LA NUEVA ERA” (VOL. II). De la Jerarquía Espiritual de Shamballa.

Editorial Manifestación & Editorial Señora Porteña

“YO SOY” MI PAZ INTERIOR



PAZ

Dios es Paz,
Sosiego y Tranquilidad,
disolviendo todo conflicto
hasta la eternidad.
***
“YO SOY” mi Paz interior,
en el mundo y alrededor.

“Afirmaciones para Cada Momento”, de Rubén Cedeño.
Editorial Manifestación.




LA DEVOCIÓN PERTENECE AL RAYO ORO-RUBÍ

LA DEVOCIÓN PERTENECE AL RAYO ORO-RUBÍ

La devoción es una cualidad propia de las religiones, que pertenece al Rayo Oro-Rubí, y como la Era de este Rayo ya pasó –debido a la entrada de la Nueva Era- personas de “Intelectualidad Espiritual” se han puesto en contra de la devoción y práctica mística de algunas religiones.

Irse al extremo de la “Intelectualidad Espiritual” o al exceso de la “Devoción Ciega” es igualmente peligroso.

Debemos andar siempre por el camino del medio que el Gautama Buddha nos enseñó.

Con la entrada del Rayo Violeta y la Era de Acuario va a ser equilibrada la devoción con la sabiduría y el razonamiento espiritual, pero esto no significa que se dejará de amar a Dios devotamente.
Por la devoción, mucha gente ha ascendido y solucionado múltiples problemas.
Por devoción al Maestro Jesús, se sostuvo espiritualmente el mundo occidental durante la Dispensación Cristiana; por devoción al Señor Gautama, se han mantenido millones de almas durante 2600 años en todo el Oriente.

Y antes que Jesús y Gautama, por devoción a los Vedas, la Biblia, el Libro de los Muertos y otros libros sagrados, se ha sostenido la espiritualidad de la humanidad a través de los tiempos.

Por eso no podemos ir en contra de la devoción.

La devoción es la forma en que Dios sostiene el amor hacia Él, tanto en sus hijos más pequeños como en los más grandes.

Donde no puede penetrar el Conocimiento, llega la Devoción para iluminar la mente humana.

Cuando en los embates de la vida, el conocimiento ya no nos puede sostener, la devoción a Dios nos levanta y eleva a los más altos pináculos de la espiritualidad.

Es sabio sostener la devoción en nuestras almas para endulzar el arduo camino del conocimiento.

Libro: “Religiones”, de Rubén Cedeño.
Editorial Manifestación & Editorial Señora Porteña.