domingo, 18 de enero de 2015

SATISFACIENDO EL INTELECTO

SATISFACIENDO EL INTELECTO

Por Rubén Cedeño

RUBÉN CEDEÑO RESPONDE A EDGAR SHAISTER
Madrid 18.11.2014
¿Por qué es indispensable que la enseñanza metafísica también satisfaga al intelecto, que vaya en armonía con la ciencia y no la superstición?
Lamentablemente, aunque ni Conny Méndez ni mi persona han favorecido la superstición en la Metafísica, como así tampoco las canalizaciones, la gente ha inventado y la ha mezclado con planteamientos tan bajos como el trabajo con elementales y supersticiones tan horripilantes, que pareciera parte de esta instrucción y lo que es peor, que exista gente que lo acepte y lo crea. 
Por dar ciertos ejemplos de algunas otras ignorancias, no se de donde sacan que la Metafísica prohíba esto o aquello, cuando no se le impide a nadie nada.
 En la Metafísica se dice lo que no es conveniente hacer para el bien de las personas, pero no se le obliga a nadie que no lo haga. 
No se le prohíbe a nadie que trate a este o el otro y sin embargo lo inventan y así hasta llegar a las mas espantosas aberraciones como creer que se bota determinada gente de los grupos, y lo que es peor, dicen que se ha botado gente, que para nosotros ha tenido conducta impecable dentro de la enseñanza y que jamás hubiéramos echado. 
¿Y saben por qué surge todo esto? 
Por ignorancia, falta de conocimiento, necesidad de poner a funcionar el cerebro, lo que podría denominarse el intelecto, en la mejor acepción de su significado, como la capacidad humana para comprender y razonar, tener entendimiento e inteligencia sobre las cosas. 
Un poco de ciencia no le viene mal a nadie sobre todo a ciertos metafísicos.

Sucedió una vez que estando en Kings Park Long Island a media noche de un 1º de Enero, después de un grandioso servicio dándole la bienvenida a Amida Buddha como Espíritu Envolvente de 1985, unos metafísicos divisando un misterioso color rojizo del cielo comenzaron a afirmar que la tierra ya estaba en pleno cambio a la orbita de Venus. Pero que disparate, que desafía toda ciencia, propio de ignorantes, esas cosas no pueden suceder así, si hubiera sido eso verdad, en el instante habrían cambiado la posición todas las constelaciones estelares, lo que hubiera producido una alarma mundial.
 Esto es así, como cuando a veces algunos metafísicos ignorantes afirman disparates, que si supieran algo de ciencia se cohibirían de afirmar tantos desaciertos.

La mucha intelectualidad daña, la falta de ello también. Es uno de los aspectos del Segundo Rayo Dorado de la Sabiduría que hay que desarrollar como lo es la inteligencia, pero con mucho cuidado, porque también se puede transformar en un obstáculo muy difícil de vencer en el desenvolvimiento del Cristo Interno.
 
Los conocimientos intelectuales se deben saber administrar equilibradamente y usar adecuadamente, exceso de intelectualidad puede llevar a un pragmatismo tal que paralice la espiritualidad de cualquiera, y conducirlo a un materialismo o incredulidad que puede rayar en el ateísmo, lo que para un discípulo espiritual seria fatal. 
A veces es el intelecto el que obstaculiza el avance de ciertos estudiantes en la “Vivencia Espiritual”. Pero como vemos, falta del uso del intelecto conlleva también a la ignorancia.