domingo, 27 de marzo de 2016

"YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA"

Si decimos en el Credo: "Creemos en la Vida perdurable, amén", no podemos creer en la muerte; si no creemos en la muerte, no podemos decir que Jesús murió; y si no murió, no resucitó, lo que hizo fue volver a vivir, y a eso se le llamó "Resurrección". La muerte no existe, Jesús nunca murió sino que continuó viviendo después de su experiencia en la cruz.
En Luxor, en el Retiro de Serapis Bey, Jesús había aprendido la animación suspendida; esto es, llevar al cuerpo a un estado cataléptico y volverlo a la vida a voluntad. Además,su Maestro Maitreya le había enseñado a energizar y vivenciar el mantram: "Yo Soy la Resurrección y Vida". Jesús hizo uso de todo lo que había aprendido. El Arcángel Gabriel y el Espíritu Santo estuvieron al lado de Jesús en la tumba, y en un momento determinado el Arcángel Gabriel flameó Su Llama a través de dicho cuerpo. El Plan era darle a la humanidad la enseñanza de que la muerte no existe y la vida no se termina en la tumba. 
-extraído del libro Evangelio Crístico de Rubén Cedeño-