martes, 18 de octubre de 2011

FENG SHUI DEL HOGAR III


FENG SHUI DEL DORMITORIO
En vista que el dormitorio es el lugar de descanso, reposo, paz sosiego, tranquilidad y total relax de la persona, se recomienda el uso del color blanco mati­zado de naranja, que es el Rayo Oro-Rubí; eso sí, muy suave, casi imperceptible, color que induce a la paz, la tranquilidad v el sueño. Además, este color inspira a la meditación y a focalizar­nos en los planos superiores, asuntos muy convenientes durante las horas del sueño.
 La cabecera de la cama siempre debe apoyarse sobre la pared más alejada de la puerta, y la cama no debe estar en línea recta con la puerta. Los pies de la persona, al acostarse, siempre deben estar apuntando hacia la puerta. La cama sin respaldo in­duce a mucha seguridad en uno mismo, y con respaldo, es para los que necesitan seguridad en la vida. Una cama en el medio de la habitación, como la de Krishnamurtí en Adyar, es libertad ab­soluta y desapego total.
No debe haber ventanas ni espejos detrás de la cabecera de la cama, ya que debilitan la sensación de respaldo, seguridad, y no permiten el total relax. Si hay una ventana, colócale cortinas bien pesadas; si hay un espejo, se debe moverlo a otro lugar. Tampoco debería haber nichos o estanterías sobre la cabecera ni cuadros con marcos pesados.
Es preferible que no haya nada colgando sobre la cama, evitar los ventiladores de techo encima; son muy dañinos, sobre todo para el correcto flujo de la energía etérica vivificadora que repara el cuerpo físico mientras dormimos.
Una regla clásica del Feng Shui dice que no debe haber más de un espejo en el dormitorio, y que uno no debe verse de de la cama mientras está acostado. Es buena idea atenerse a es regla. Los espejos deben tratar de ubicarse siempre donde no devuelvan la mejor imagen de nosotros mismos.
El techo del dormitorio no debe ser muy alto. Si el dormitorio tiene el techo muy alto, se puede usar un dosel; éste también es muy útil si el techo posee vigas grandes.
Al mudarnos, cambiar de pareja, cuando ha dormido en nuestra cama alguien que no somos nosotros o al iniciar un tra­bajo nuevo, es necesario cambiar totalmente la lencería para bo­rrar las vibraciones anteriores.
En la mesita de noche se deben disponer objetos prácticos, principalmente el libro espiritual de turno, fotos de seres o maes­tros queridos, recuerdos que ayuden a mantener un estado de ánimo óptimo. Evita tener cualquier cosa relacionada con tu tra­bajo o con obligaciones incumplidas, como facturas pendientes y vasos de agua que se carguen de la energía negativa nuestra, ya que después es imposible ingerir esa agua.
Reduce al mínimo indispensable el número de aparatos electrónicos en el dormitorio. Casi todos usan televisores en las habitaciones, pequeños equipos de sonido y teléfonos inalámbri­cos; sí esto es así, que sean los únicos aparatos en este espacio.















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