lunes, 27 de febrero de 2012

RAYO DORADO

El Segundo Rayo Solar Dorado de la Sabi­duría, Inteligencia, Iluminación, Observación, In­tuición, Genio y Comprensión, se encuentra en nuestro Cristo en la Llama Central. Es la Palabra,  el Verbo, que es uno con Dios; el Sonido Creador  OM, o "YO SOY", que suena e interpenetra el  Universo Manifiesto, preservándolo para que no se desintegre. Bajo su radiación trabajan maestros, filósofos, pensadores y sabios. Cada vez que  necesitemos inteligencia y saber algo, invoquemos  este Rayo y visualicémonos envuelto en Luz Dorada. Se ancla en cada segundo aspecto del Cosmos, en el hijo de toda trinidad y en cada Cristo del Universo. Es canalizado y expandido por nuestro Señor del Mundo hacia la Tierra a través de su Chakra Coronario. Nos da resistencia ante las adversidades, intuición en las situaciones que desconocemos, inteligencia para resolver las situa­ciones.
Puede ser que, al desenvolver el Rayo Dora­do sin la plena Conciencia Crística, se exprese en nosotros: excesiva concentración en el estudio, descuidando otras cosas; frialdad e indiferencia en el trato con los demás seres humanos; desprecio por las limitaciones mentales ajenas y la ignoran­cia. La actividad de este Rayo Dorado se debe equilibrar con amor afectivo y nutritivo, compa­sión infinita y altruismo en nuestras acciones. Este Rayo, con amor y poder, produce Iluminados. Quien pertenece a este Rayo está siempre insatis­fecho de sus realizaciones; su mente permanece fija en conocer lo desconocido, el más allá y las cumbres no escaladas; tiene tacto y previsión; es excelente embajador, destacado maestro o direc­tor de escuela, con inteligencia clara, capacidad para inculcarle a otros el verdadero punto de vista de las cosas y hacerlas ver como él las ve.

Titulo original del libro: Siete Rayos
Autor: Rubén Cedeño
Editor Fernando Candiotto
Edición conjunta:
Editorial Manifestación
Editorial Señora Porteiía

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