sábado, 30 de marzo de 2013

“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.


PADRE, PERDÓNALOS



A la par de la gran crueldad que se estaba cometiendo con Jesús, haciéndolo padecer tanto, está el perdón y la humildad más grande que se haya visto jamás.

Jesús le dijo a esos mismos que lo torturaban:
“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.

No importa lo que nos hagan sufrir o el tamaño del daño infringido, no maldigamos ni pensemos en vengarnos, PERDONEMOS.

Sin perdón no vamos a llegar a ninguna parte.

Digámosle a ese que nos ha hecho lo peor que se le puede hacer a un ser humano: “Te perdono”.

No importa si al principio el Perdón no nos sale sinceramente; mientras más lo ejercitemos, mejor lo haremos, hasta que lleguemos a perdonar de todo corazón como Jesús.

Esta es la clave oculta de este grandioso suceso del perdón de Jesús.
Esta es la más grande instrucción que Maestro alguno haya dado a la humanidad.

Lo que hizo que Jesús resucitara, no fue el hecho de que lo crucificaran, sino que perdonara.

Fue el Perdón lo que llevó a Jesús al cielo.

“Jesús”, Rubén Cedeño. –Edic. conjunta: EDIT. MANIFESTACIÓN & EDIT. SEÑORA PORTEÑA.

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