viernes, 15 de marzo de 2013

Siempre debemos perdonar los agravios y lo negativo que nos puedan hacer.


PERDÓN

Siempre debemos perdonar los agravios y lo negativo que nos puedan hacer.

Perdonemos tan simultáneamente como el daño mismo sucede.

Sin perdón no hay progreso.

Perdón y olvido son una misma cosa.

A lo perdonado, olvidado.

Siempre hay que tener la “Buena Voluntad” de arreglar y perdonar toda situación inarmoniosa surgida con los demás, no importa lo grave que haya sido.

Cada vez que alguien en un problema, litigio o prueba, nos pida perdón, démoslo;
y si después de perdonado nuevamente nos lo vuelve a pedir, otra vez hay que volver a perdonar.

Pidamos perdón a diario por todo ya que  a veces no nos damos cuenta cuando ofendemos.

Toda represión, persecución, calumnias, críticas perversas que genera alguien contra nosotros con el afán de destruirnos, son para hacernos crecer en paciencia, humildad, recogimiento, interioridad y “PERDÓN”.

Se ejercita el verdadero perdón con la persona que s nos ofende.

“Te doy mi amor y mi perdón para bendecirte y prosperarte”.

Del libro: CÓDIGOS DE LA VIVENCIA ESPIRITUAL, de Rubén Cedeño. –Edición Conjunta: EDIT.  MANIFESTACIÓN & EDIT.  SEÑORA INDEPENDENCIA.


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