lunes, 16 de septiembre de 2013

EL AMOR SIEMPRE LO SALVA TODO

CUANDO SE AMA VERDADERAMENTE

Cuando de ama verdaderamente, con ese Amor que no conoce separación, uno es “lámpara para sí mismo” –como dijo el Señor Gautama- y sigue al lado de su facilitador, maestro, grupo, discípulos, sin que se le ocurra siquiera ningún distanciamiento, por el sufrimiento que causa la separación.

Cuando no se ama, se usan estas palabras del Buddha para justificar, como decía Blavatsky: “la gran herejía de la separación”.

Ninguna lámpara ha salvado a nadie; el Amor siempre lo salva todo.

Todos los que usan las palabras del Señor Gautama “sean lámparas para ustedes mismos” para justificar el separarse de sus grupos y facilitadores, no tienen amor, ignoran que el Señor Gautama también dijo:

“Me refugio en el Buddha”, que es el maestro;
“Me refugio en el Dharma”, que es la enseñanza;
y “Me refugio en el Shanga”, que es el grupo.

Si no tienes Amor, te decidirás a separarte para ser lámpara para ti mismo, como un pratyeka buddha o iluminado egoísta, futuro mago negro, que es frío, calculador, indolente con su grupo y su instructor.

Si tienes Amor, decidirás ser “lámpara para ti mismo” tomando los “Tres Refugios”, para convertirte en un Nirmânakâya, un Buddha de Amor Compasivo, que, por amor, vive entregado a los demás, comenzando por su facilitador y su grupo.

Libro: “DHARMA”, Rubén Cedeño.
Grupo Editorial Metafísica & Editorial Señora Porteña.



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