domingo, 8 de diciembre de 2013

PLENA OBSERVACIÓN

PLENA OBSERVACIÓN

Hay momentos de la vida en los que estamos en plena observación y consciencia, como cuando una madre tiene un niño que llora y se lo pega al pecho para amamantarlo, y sin cuestionamientos saca su teta y le da de mamar; allí está la totalidad del ser de esa madre, hay observación, porque ella mira absorta a su niño mamando, hay un inmenso amor profundo, hay entrega y plenitud.

Cuando el muchacho llama a la novia por teléfono, le dice que por fin la va a ver, y se encuentran en una plaza o detrás de una pared, se ven a la cara, se tocan, no hay agresividad, sino muchísimo amor, una gran observación; se miran completamente, sienten absolutamente cada roce del cuerpo, se entregan totalmente y hay plenitud.

Cuando vamos en auto por una carretera hermosa y contemplamos el brillo del sol, el color de la Naturaleza, la brisa y el sonido de las cosas, hay una observación muy grande.

Igualmente, cuando nos quedamos extasiados ante la figura de una imagen religiosa, un maestro, alguien que nos instruye.

Rubén Cedeño; “Rayo Dorado”.

Editorial Manifestación & Editorial Señora Porteña.

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