domingo, 25 de noviembre de 2012

El Sendero Espiritual, como un caminito –bien sea de flores o con espinas-, no existe.

SIN CAMINOS

El Sendero Espiritual, como un caminito –bien sea de flores o con espinas-, no existe.

No es que algún día va a venir un maestro vestido de blanco,

 te va a poner la mano encima y te va a decir:

 “Usted está iniciado, ya comenzó el sendero”.

Eso no existe, es mentira.

El Sendero es la vida misma;

es el grupo espiritual al que perteneces; te lo hacen los estudiantes a los que les facilitas la instrucción;

 está en la calle,

 la oficina donde trabajas,

 la empresa donde te encuentras.


Del libro: “Shamballa”, de Rubén Cedeño; pág. 74.

Edición conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN & EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA.

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