sábado, 8 de diciembre de 2012

María es una Arcangelina





MADRE MARÍA

     María es una Arcangelina que aprendió, por el Poder de la concentración, cómo crear una forma perfecta y sostener una "Imagen Divina" o el "Concepto Inmaculado".
Esta preparación le dio la oportunidad al Señor Maitreya de escogerla para que se convirtiera en la Madre de Jesús, el Mesías.
Voluntariamente, María se ofreció a preparar un cuerpo bello y divinamente proporcionado  para Jesús, y a sostenerle el "Concepto Inmaculado" durante toda su vida.
El Señor Maitreya aceptó la propuesta de María, siempre y cuando demostrara lo bien que Ella podía hacerlo.
Así fue como Ella compareció ante el Señor Maitreya y otros Seres Divinos, y mostró con una fuerte prueba que estaba capacitada para ser la Madre del Mesías.
Tuvo que sostener en su mente una diminuta imagen del sol, por espacio de tres horas, mientras los Directores Elementales precipitaban sobre Ella: tormentas, tempestades, granizos y demás fenómenos de la naturaleza, para ver si se desconcentraba.
María salió victoriosa de esta prueba.
El poder superarla fue lo que le permitió soportar tres horas a los pies de la cruz, en el Calvario, sosteniéndole el "Concepto Inmaculado" a Jesús, a pesar de los ataques feroces; y hacer que Jesús resucitara al tercer día.


VIRGINIDAD DE MARÍA
     La Madre María siempre fue reconocida como la Virgen, porque salió embarazada siendo "Virgen del Templo", y se corrió la voz de que "la virgen quedó embarazada, va a tener un niño".
"Virgen", que es una condición genérica, pasó a ser un nombre propio de la Madre de Jesús.
El misterio de la "Inmaculada Concepción" se estuvo discutiendo en el Vaticano hasta el siglo XIX, época que coincide con las apariciones de Lourdes y de la Medalla Milagrosa; este misterio se vino a definir con el Papa Pío IX, y su primera fiesta fue celebrada por el Papa San Martín I.
Según las costumbres, al cumplir catorce años, las vírgenes del templo regresaban a sus casas a seguir una vida normal y casarse.
María, como sabía la misión que le esperaba, decidió seguir siendo "Virgen del Templo".
El sacerdote, viendo la negativa de María a casarse, trató de entregarla en custodia a un santo varón, y para escogerlo, dijo:
"Que todo aquel que no tenga mujer, venga con una vara en la mano". 
Todos los varones sin mujer llevaron su vara, y el sacerdote las colocó en el Sancta Sanctórum.
Al devolverlas a sus dueños, sólo la vara de José había florecido, y de ella salió una paloma blanca que ascendió y se perdió por los cielos; esta fue la señal que el Amado Espíritu Santo les enviaba.
La primera vez que María vió a San José se quedó fascinada, no solamente por sus atributos masculinos -ya que era bellísimo- sino porque detrás de él, protegiéndolo con las alas extendidas, estaba el hermosísimo Arcángel Zadkiel, maestro de San José, quien fue una encarnación del Maestro Saint Germain.
María, como ser angélico, era sensible a ver los Ángeles y Arcángeles.
Todavía uno puede visitar la casa de José, en Nazaret, y contemplar la bellísima estatua de San José que se encuentra cerca del altar.

Del Libro JESÚS (pág. 27-28) - Autor: RUBÉN CEDEÑO
Edición Conjunta: ED. MANIFESTACIÓN DEL GRUPO METAF. DE CARACAS SEDE CENTRAL & EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA

No hay comentarios:

Publicar un comentario