viernes, 31 de octubre de 2014

LÍNEA DISCIPULAR Por Rubén Cedeño


Rubén Cedeño - Página Oficial
LÍNEA DISCIPULAR
Por
Rubén Cedeño
RUBÉN CEDEÑO RESPONDE A EDGAR SHAISTER
Granada 30.10 2014
¿Qué es una línea discipular?
 ¿Por qué es importante y cuáles son las grandes ventajas de tenerla? 
¿Es una garantía que el estudiante por contar con una línea discipular obre correctamente? 
Muchas veces el estudiante busca esta línea discipular tan solo para sentirse importante, para tener una autoridad sobre otros, también porque busca fama o porque desea tener discípulos, ¿cuál debería ser la verdadera actitud que un estudiante debe asumir para buscar la línea discipular?
Imagínate al tener un hijo bello, rozagante, tierno, suave, saludable y vigoroso por el cual uno se desvive en rodearlo de lo mejor, porque lo quiere demasiado. Debido a ello, cuando se le va a comprar la leche u otro alimento, uno lee en el envase los ingredientes y se asegura que esté todo elaborado con los más puros componentes, que sea de la mejor fábrica o laboratorio. Nadie, pero ni loco, le compraría y le daría a ese niño una leche, ni un alimento que no diga los componentes ni de qué laboratorio procede.

“Como es arriba es abajo”, eso mismo sucede con el “Cristo Interno”, que al principio de su desenvolvimiento es como un niño recién nacido indefenso y hay que protegerlo y alimentarlo con lo mejor, para no abortar su desarrollo. 
Hay que ver siempre de dónde viene y la pureza con que estás alimentando el despertar de tu Cristo Interno. 
Porque así como un alimento físico puede provenir de un recinto o fábrica insalubre, el producto puede estar elaborado con exceso de químicos, igualmente la enseñanza espiritual que se recibe puede ser el producto de la mentira, una traición, el desamor o la división. 
Y así como sería una locura darle a ingerir un producto desconocido a un niño porque lo podemos intoxicar y hasta envenenar o matarlo, igualmente puede suceder con el despertar del “Cristo Interno”.

Hay excelentes proyectos espirituales frustrados por una mala alimentación o administración de información alterada, donde, por los daños ocasionados, ya en esa encarnación, se le detiene el empuje con que venía y tiene que esperar una próxima vida para poder seguir y es lamentable, porque no hay mucho tiempo para perder en estos asuntos. 
Acuérdate que el “Cristo Interno” es un “Estado de Conciencia” que se alimenta, crece y se desarrolla con todo lo que se cultiva con todo lo bueno bello y constructivo que aprendes, te das cuenta, conciencias y llevas a la operatividad, porque crece con la conciencia acumulada entre la Mónada o Espíritu y la personalidad.

Así como los alimentos tienen en su envoltorio una información de sus componentes, nutrientes y procedencia, en los estudios espirituales, esa información de la calidad de la Enseñanza la posee la sucesión discipular. 
Este linaje, todos los Adeptos de la Jerarquía Espiritual de Shamballa la tienen, cuidan y respaldan como lo más sagrado. 
Es como decir el árbol genealógico de la familia.
 
La verdad es que no sé lo que es estar alimentado espiritualmente sin saber el origen de la información, como tampoco no saber el árbol genealógico de la espiritualidad en que me sumé, ya que el mismo día en que conocí a Conny Méndez me nombraba a Emmet Fox su maestro, de dónde venía su enseñanza y los que estaban detrás de su Maestro. 
Esa era la garantía de su Enseñanza. 
Y fíjate, como cosa curiosa no me mencionó como líneas sucesorias a grupos estadounidenses que hablan de los Maestros Ascendidos. Después supe por esos mismos grupos que allí no había sucesión discipular sino que eran solo grupos que exponían por escrito cierta información pero que no eran escuelas y es verdad, porque no tenían programas de estudios ni instructores preparados como tal, esa no era su misión.

El pertenecer a una “sucesión discipular” no es una garantía que un estudiante obre correctamente. 
Judas pertenecía a una línea discipular espectacular y mira con la tremenda traición con que se salió y sucesos como estos siguen pasando hoy en día. 
Al estudiante se le instruye cómo son las cosas correctamente pero después él hace lo que le apetece y a veces no procede de la mejor manera y toma caminos de separación, que por supuesto lo amputan de inmediato de esta “línea discipular”. 

El pertenecer a ciertas líneas discipulares puede dar un poco de orgullo, como puede suceder al pertenecer a una familia llevando un apellido con cierto abolengo. 
Tú puedes estar muy orgulloso de ser por ejemplo un Médici, que fue una rica familia gobernante de Florencia en el Renacimiento, y ser un excelente Médici o ser la vergüenza de la familia. 
Igual sucede con las líneas discipulares, hay quien está muy satisfecho de ser discípulo de quien es y ser muy buen exponente de sus enseñanzas como también ser lo peor. 
En mi caso, no tengo vergüenza de haber sido instruido por Conny Méndez, era una mujer brillante, inteligente, una artista renombrada, de una noble aristocracia y creo que siempre me he sentido muy complacido con la vida de haber sido su estudiante, por no decir orgulloso. Siempre se me llenó el pecho de satisfacción al decir que estaba con ella, no sé si era jactancia, pero por qué no voy a tener satisfacción de ser estudiante de alguien tan ilustre. 
Si por ejemplo fuiste alumno de canto de María Callas en las clases magistrales que dio en la afamada “Juilliard School of New York”, creo que estarías muy satisfecho de decirlo y ponerlo en tu currículo, teniendo en cuenta que la Callas a su vez era alumna de la gran Elvira Hidalgo y es así como pertenecer a esa casta. Bueno, eso no es una garantía de que seas buen cantante, pero tampoco muy malo serás, porque si no, nunca la Callas te hubiera aceptado como estudiante, ella no aceptaba jamás nada malo ni medianamente mediocre ni siquiera compartiendo reparto, por eso era la Callas y la gente se moría por estudiar con ella.

La mayoría de los buenos y famosos maestros han sido excelentes exponentes de lo que sus maestros les comunicaron. Porque el buen maestro de una buena “línea discipular” es celoso de su estirpe y no permite que dentro de ella se cometan desaciertos, desafueros, chapucerías o errores, porque está en juego su nombre y el de su linaje y por eso se cuidan mucho. 
Mi hermano, que es maestro de violín en una universidad estadounidense, cuando estudiaba, un día se equivocó dándole la lección a su maestro y este le pidió que se retirara de su cátedra porque tener malos alumnos le daba mala fama. Por supuesto, a mi hermano nunca más se le ocurrió no estudiar y equivocarse, se graduó con las más altas calificaciones y ahora es profesor con muy buena fama. De esto se trata una línea discipular, de una “GARANTIA”.

Hay que tener cuidado porque los que han traicionado su línea discipular siempre le echan la culpa a su maestro y jamás dicen que fue por falla suyas, tergiversan la historia o no hablan y tratan de ocultar lo que no les conviene que se sepa de ellos. 
La actitud correcta para saber si se está en una buena línea discipular es muy fácil. 
Al facilitador con que te afilies, pregúntale quién fue su facilitador y luego interrógale, quién fue el maestro de su maestro y después síguele interrogando sobre cuál fue el maestro del maestro de su maestro y así hasta donde puedas llegar o saber. 
Recuerda que un maestro de una línea discipular tiene acumulado todo lo bello, grande, glorioso, acertado y bendiciones de todos los maestros que lo antecedieron. 

Conny Méndez fue discípula del Maestro Saint Germain y bajo su égida fundó la Metafísica, a su vez el Maestro fue discípulo del Arcángel Zadkiel y todo el que se afilie a estas enseñanzas transmitidas por alguien que fue formado por ella, goza de todas esas bendiciones además de otras que el miembro visible de la línea le haya incorporado como por ejemplo, la relacionada con el Señor del Mundo, ciertos los Ashrams del Segundo Rayo. 
Porque así como los A.D.N. de una herencia biológica se van enriqueciendo con los logros de cada individuo y esto es heredado a los vástagos que le suceden, de igual forma acontece con las líneas discipulares.

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